Acantilado 2009

"Cuando siento piedad por sentir lo que siento,
cuando no sopla el viento en ninguna ciudad,
cuando ya no se ama ni lo que se celebra,
cuando la nube negra se acomoda en mi cama
cuando despierto y voto por el miedo de hoy,
cuando soy lo que soy en un espejo roto,
cuando cierro la casa porque me siento herido,
cuando es tiempo perdido preguntarme qué pasa.
Sólo puedo pedirte que me esperes
al otro lado de la nube negra,
allá donde no quedan mercaderes
que venden soledades de ginebra."
Joaquín Sabina

Sucede que a veces, la vida te pone en situaciones en las que no sabes qué hacer, dónde ir, a quién acudir.. Cuando sientes que nadie te comprende, cuando crees que está todo el mundo en tu contra y cuando sabes que nadie te respeta.. momentos de tensión emocional, laboral, estudiantil o sentimental en que te sientes perdido, sin rumbo o, peor aún, sientes que llevas el Rumbo Errado. Estos momentos de vacío existencial, de ausencia de inspiración me son muy habituales debido a mi naturaleza empática, sensible, susceptible y, en (demasiadas) ocasiones, volátil. Hay días en que es mejor no levantarse de la cama. Hay ocasiones en que piensas que no eres nada, que no vales nada. Hay gente que se dedica a hacerte pensar que no eres nada, que no sirves para nada..

En mi caso, cuando me siento herido, me callo. Estoy mal y, aunque tengo un par de (muchos) amigos leales, no me parece justo compartir mi desgracia con ellos, no creo que tengan que pasarlo mal por cosas que no les afectan directamente y me callo, me lo guardo, pongo buena cara y hago el numerito, el paripé, de tipo duro, sin sentimientos, gracioso, divertido, de tener una vida super-fantabulosa, sin preocupaciones...

El problema es que siempre llega el momento en que no puedes más. Ya no puedes seguir guardándote las cosas. Los monstruos de tus armarios ya son demasiado grandes y no puedes mantenerlos encerrados más tiempo. Te derrumbas, te sientes solo. CAOS.

Llegados a este punto sólo puedes hacer dos cosas: o te lo callas y sigues aguantando como sea o haces algo al respecto.

Cuando llego a este punto, me gusta estar solo. Quiero pensar y no quiero amargar a nadie. Bajo al sótano, apago las luces y escucho algo de música (normalmente Sabina, Calamaro, Serrat o Serrano) o me voy a pasear, en silencio, por la playa. O sería más correcto decir: "con el silencio de la playa".

Es algo muy curioso cómo, sin prestar atención, siempre acabo en el mismo sitio. Salgo de mi casa, llego al paseo de la playa, lo recorro hasta el final y más allá hasta una pequeña elevación donde hay un parque, giro a la derecha y llego a un acantilado. Me paro. Me paro y me dedico a mirar hacia el horizonte, el mar, los barcos que lo cruzan, oigo el sonido de las olas al romper contra la piedra.. Pienso en la vida más allá de las fronteras de la Isla, en lo grande que es el mundo, en lo pequeños que somos y en lo insignificantes que resultan nuestros problemas más graves. Y todo pasa. Como dijo Frank Miller en su Obra Maestra: Lobezno - Honor:

"...Me he perdido a mí mismo. Aún así, las pautas de la vida son tan fluidas como los granos de la arena. Allano las piedras y emergen nuevas pautas. El Caos vuelve a ser Orden. La rueda gira... y de ese Orden surge...¿Paz?

¿Quizá es ésa la respuesta?

La Clave no está en ganar o perder, sino en luchar. Puede que nunca sepas lo que eres, o lo que quisieras ser, pero ¿cómo saberlo si no se intenta? Es temible, de acuerdo. Pero, ¿Cuál es la alternativa? el Estancamiento. La peor forma de morir... Porque atañe al espíritu.

Un animal sabe lo que es y lo acepta. Un Hombre puede saber lo que es, pero pregunta, sueña, se esfuerza, cambia... aprende."

Me quitaste los sueños, pero sólo por un tiempo. Soy un Hombre, no una Bestia!!






"Igual que Norberto,
me pregunto muchas veces dónde está?
y no dejo de pensar,
será sólamente una palabra,
la hermana hermosa...
la libertad".
Andrés Calamaro



Buenas Noches y, Buena Suerte