Últimamente me repito esas palabras. Demasiado. Todo empezó a finales del mes de septiembre más caluroso que se recuerda. Mentira. ¿Quién recuerda cuándo paso el último mes de septiembre sin ir aún veraniego?
Te despiertas en una cama que no es la tuya. La habitación tampoco. Ni la mesa. Ni la silla. Corriendo, te pasas la mano por las pelotas para comprobar si siguen siendo las tuyas o son las de otro. Estas de suerte: siguen siendo tuyas.
Lo peor de todo es que no hay nadie a tu lado.
Lentamente, te diriges a la cocina y allí encuentras tu cafetera. ¿Nadie se ha dado cuenta de que no pertenece a ese lugar?
Nadie. Nadie se da cuenta porque no hay nadie.
Aparece alguien. Es inevitable: cinco minutos de cordialidad simulada, chistes sin gracia y el "llego tarde" de rigor.
Nadie.
Te subes al coche por pura inercia. Una rotonda. Otra más. Otra más. Otra más. Aparcas y caminas hasta una facultad que tampoco es la tuya. Dentro, los rostros de otras personas. Llega el profesor y aguantas una hora que bien podrías haber invertido en cosas más productivas, como masturbarte pensando en la alienación de la rata.
Nadie.
Vuelves al piso y más cordialidad mal disimulada. Te encierras en tu habitación y allí esperas a que llegue la hora de comer. La tarde pinta igual que la mañana: NADA. La noche no será diferente.
Nadie.
Te preguntas, ¿por qué? ¿para qué?
Luego recuerdas la respuesta: porque tú lo has decidido. Enciendes un cigarrillo mientras te sonríes. Esa es tu vida, esa es tu decisión. Y alrededor no hay nada. Nadie.
Frío. Oscuro. Ese es tu rincón. Quizá deberías comprar un calentador.
Da igual: mañana será otro día.
Por lo menos, tus pelotas siguen siendo tuyas.
Por lo menos. O tus tetas (no olvidemos que a la población femenina también le suceden éstos días de nada). Disfruta de las consecuencias de tus tomas de decisiones ;)
ResponderEliminarBuenísimo Hank!!!
ResponderEliminarMe encanta: has descrito a la perfección un sentimiento que creía sólo mío y que tú has sabido sacar de mí aun antes de que supiera ponerle palabras! Me encanta... Sublime, Juanma...
Cuidado con pasarte demasiado las manos por las pelotas, a ver si de tanto tocártelas van a ser de otros....
Me encanta: porque tú lo has decidido.
Muy bien. A por todas.